Entendemos que como padres la seguridad de vuestros niños es lo más importante.
Nuestro personal ofrece a diario un entorno seguro y respetuoso.
Creamos menús altamente nutritivos, y seguimos unas pautas rigurosas para prevenir cualquier riesgo de intoxicación o reacción alérgica para que puedan disfrutar con total seguridad y confianza de sus platos.
Además, nos aseguramos de que reciban porciones adecuadas de ricos alimentos para que nunca pasen hambre.
Dedicamos cada jornada a perfeccionar la experiencia culinaria para los más pequeños. Tenemos en cuenta el corte, la cocción y el tiempo de reposo para que los alimentos les encanten.
Es una de nuestras prioridades. Las instalaciones y los utensilios son desinfectados e higienizados minuciosamente, garantizando la integridad y seguridad alimentaria diaria.
Cada detalle cuenta. Desde la selección de ingredientes de calidad hasta la eficiencia en los procesos, nuestro compromiso se traduce en el exquisito sabor de cada producto que llega a la mesa.
Nos aseguramos de que los menús y desayunos lleguen siempre calientes y en condiciones óptimas, esto lo conseguimos llevando a cabo un transporte meticuloso en isotermos.
Garantizamos la seguridad alimentaria de las elaboraciones. También de la supervisión de la cocina de dietas, desarrollando planes preventivos y de corrección.
En gerencia lo tenemos claro: "¡Sabores que unen, tradiciones que perduran!" Cada cliente es un miembro más de nuestra gran familia y cada plato una muestra de sabor y calidad.
Nos encargamos de servir y desinfectar, pero también del cuidado y de la educación. Nuestras monitoras no solo atienden a los niños, sino que los forman en el ámbito social y alimentario.
«Con cariño y buen sabor, comenzamos a alimentar pequeñas sonrisas. Empezamos en el comedor de nuestras nietas y hemos seguido cocinando como si estos pequeños fuesen de nuestra familia.»
Amelia Naranjo y Pepe Henríquez (los abuelos).